Blog

Vagabundeando por el Eje del Mal de Juan Villarino

Juan Villarino es un marplatense que decidió realizar un viaje por las tierras que se extienden desde el Bósforo hasta el pacífico siguiendo la estrategia de autostop, o hacer dedo como lo conocemos en estas latitudes. De la lectura de este emocionante libro de viaje, rescato el enfoque dado por Villarino a su relato. En vez de detenerse en los hitos turísticos sobresalientes, el autor se empeña en valorar las vivencias humanas y las relaciones que establece con personas de culturas muy distantes y desconocidas para él. Un patron se repite a lo largo del relato y del camino: la hospitalidad humana. Este relato es altamente enriquecedor ya que nos muestra una realidad contrastante con el estereotipo pobre y uniforme con el que los grandes medios de comunicación simplifican la riqueza y diversidad cultural islámica. Dice el autor:
Siempre había disfrutado mecerme en esa puntuación involuntaria del camino que el autostop gatilla, y que en este viaje en particular me permitiría la máxima exposición al paisaje humano local, a las personas comunes que trabajan y sudan bajo cualquier bandera y que nunca (nunca) habitan los titulares. Tenía decidido dedicar mi pluma a darles algunos nombres a esas vidas anónimas.
Este libro es un oasis entre el suplemento turismo de Clarín/La Nación y las guías Lonely Planet. Altamente recomendable para aquellos que quieran regocijar su humanidad.

Dice la contratapa del libro:
El 1° de Mayo de 2005 el mochilero argentino Juan Villarino aborda un velero en el puerto de Belfast, Irlanda del Norte, con rumbo a Medio Oriente. Viaja siguiendo la estrategia del caracol, con una mochila a la espalda y el pulgar atento al horizonte. Sin tarjetas de crédito ni chalecos antibala. Su objetivo es cruzar la región a dedo, para demostrar la hospitalidad de los habitantes de Turquía, Siria, Egipto, Irán, Irak y Afganistán. Da lecciones de autostop en el Parlamento kurdo y toma el té en un campo minado. Aprovisiona su mochila en una base norteamericana en Afganistán y pernocta con la resistencia intelectual iraní.
Juan Villarino ha escrito, durante dos años de travesía, una crónica precisa de un viaje apasionante sobre una de las zonas menos visitadas del planeta, “una oda al movimiento y al entendimiento humano".